La democracia en la universidad es un modelo ineficiente que dificulta su avance y flexibilización.
La Universidad Europea debe responder a criterios de rentabilidad, criterios empresariales.
Aunque parezca increíble estos son los dos ejes centrales del documento “Estrategia Universidad 2015. La gobernanza de la universidad y sus entidades de investigación e innovación”, publicado a principios de 2010 por el Ministerio de Ciencia e Innovación, firmado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y cuya elaboración se ha encargado a la Fundación Conocimiento y Desarrollo (Fundación CyD). Esta fundación está presidida por Ana Patricia Botín, presidenta del Grupo Banesto y bajo el patronato de otros grupos empresariales como IBM, Grupo Santander, Telefónica y otros.
El texto expone literalmente la tendencia que deben seguir las universidades españolas hacia “una estructura de gobierno inspirada en el modelo USA” para afirmar a continuación “Así, la Universidad Española, como la mayoría de la europea, carece de la cultura empresarial y, sobre todo, de rentabilidad, propia de la sociedad estadounidense y, por extensión, de sus universidades.” Es decir, se nos presenta claramente el modelo estadounidense como ejemplo a seguir, para a continuación, reconocer que este consiste en dar a la Universidad un carácter empresarial y de rentabilidad. Pero, ¿Cuáles son los ejes centrales propuestos para esta reforma?
- Creciente presencia de miembros externos a la Universidad: “La Junta de Gobierno será formada en su mayoría por miembros externos a la Universidad”. Y refiriéndose a estos miembros externos se especifica que “no representarían a la institución/empresa de donde provengan”, citándose expresamente al mundo empresarial. Además se incrementan las competencias de ésta, proponiéndose que los órganos elegidos democráticamente como el Claustro pasen a tener “un papel importante como órgano de consulta y opinión”.
- Designación del Rector por la Junta de Gobierno: Esta tendría como competencia “designar (y destituir) al rector directamente o de entre los nominados por los órganos colegiados de la universidad”. Es decir, se elimina todo proceso democrático de elección del rector. Además se afirma que “el rector designado puede no ser miembro de la universidad en cuestión”, igual que se decía para la Junta de Gobierno, este podrá no ser miembro de la Comunidad Universitaria. El documento llega a plantear que, dada la procedencia externa de estos responsables, sus salarios deberían equipararse al de los altos directivos de las empresas privadas. Como si sobrase dinero en la Universidad Pública.
- El Rector pasaría a designar a los Decanos de Centro y éstos a los Directores de Departamento: “Resulta fundamental, por tanto que de manera acorde con la nueva función del rector, se le permita designar directamente a los máximos responsables de los centros”. Crean así, con su lógica de “rentabilidad” y “eficiencia”, un sistema piramidal en el que se elimina todo atisbo de democracia o capacidad de decisión independiente.
- Flexibilidad en los procesos de contratación: “Si la reforma que se esta debatiendo parece tener una clara inspiración empresarial, [...]sería absolutamente necesario que los instrumentos contractuales de que dispusiesen los nuevos responsables, les permitiesen insuflar ese plus de agilidad y eficacia...”. Y hablando del PDI dice: “Conviene liberalizar en la medida de lo posible su contratación”. Resumiendo, plantean claramente precarizar las condiciones lo docentes e investigadores en las universidades.
Este es el planteamiento de la Estrategia Universidad 2015 respecto a gobierno de las universidades. Ellos mismos en su informe recomiendan aplicarlo poco a poco para que no se produzca rechazo como en el caso de Bolonia. La pregunta es sencilla: ¿Vamos a dejarles hacerlo?
Para más información léase el informe completo “Estrategia Universidad 2015. La gobernanza de la universidad y sus entidades de investigación e innovación” y el documento La gobernanza de la universidad y sus entidades de investigación e innovación: llamamiento de alarma a la Comunidad Universitaria y a la Ciudadanía.